Para entrar en el vacío

Para entrar en el vacío

Hola

Queridas amigas:
Me gustaría llegar a vosotras. Hasta ahora no he conseguido que nadie me lea y, por lo tanto, que comente lo que escribo. En fin, que internet me parece el sitio más solitario de la Tierra. Eso me produce una curiosa sensación de libertad. Pero ahora que me he puesto a dar consejos, sería estupenda saber que le sirven a alguien. Por favor, si me lees, "dime argo"

jueves, 2 de agosto de 2007

Comienzo por el principio: Tramplantaleando

UNA NOVELA DEL OESTE
"Llanuras de Montana. En el horizonte, un jinete. Cabalga y su movimiento es el único del paisaje".
Insatisfecha, me dirijo a Yahoo Imágenes, No, Montana, como su nombre indica, es montañosa.De hecho, debe de ser muy montañosa, porque encuentro una página con el índice de un montón de fotos cuyo título incluye las palabras 'glacier-montana'. Decido no cambiar de estado cuando siento que las fotos me despiertan el deseo de sentir el ardiente sol, el viento helado.
Empiezo de nuevo:
"Montana. En el valle ha entrado la presencia poderosa del caballo: en los paredones rebota el eco de sus cascos cuando golpean el granito y no se hunden en la dulce hierba de junio. Ahora parece que el caballo ha dejado de sentir el acicate del jinete. Reduce su galope al trote y luego al paso... Es entonces cuando el hombre se desliza hasta el suelo y se tumba boca abajo. Y se queda quieto, escuchando el latido, sin saber si es el propio o el de la Tierra. Así permanece tronco o mineral. Mucho tiempo. Sólo las aves carroñeras saben que no está muerto".
(Sí, eso es. Busco cara para ese hombre. Me dispongo ahora a entrar en su corazón. Me lo imagino con su sombrero y su chaleco, vestido de domingo, como uno de los siete hermanos. Pero aún dudo y me detengo. Es demasiado importante esta elección para precipitarme así. Sigo buscando en Internet, ahora en Google, con el recado "vaquero Montana". Misteriosamente, encuentro una etérea doncella dibujada según la estética india o japonesa. Su trenza vuela más allá de sus pies. Se inclina en un repecho de la montaña, con una azagaya en la mano, ante una tocón de roble rodeado de una aureola que parece dibujada con letras en sánscrito... Muy sugerente. Luego decido.
Otra idea: que la novela sea epistolar. Que mi personaje, silencioso a no ser en algunos acerados, escépticos, lacónicos diálogos... escriba cartas a todo ser que se le ocurra: tierra, caballo amigo y enemigo... Mañana seguiré

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