Para entrar en el vacío

Para entrar en el vacío

Hola

Queridas amigas:
Me gustaría llegar a vosotras. Hasta ahora no he conseguido que nadie me lea y, por lo tanto, que comente lo que escribo. En fin, que internet me parece el sitio más solitario de la Tierra. Eso me produce una curiosa sensación de libertad. Pero ahora que me he puesto a dar consejos, sería estupenda saber que le sirven a alguien. Por favor, si me lees, "dime argo"

domingo, 5 de agosto de 2007

Gráficos

Aquí he encontrado una explicación clara de males y procedimientos para curar...
http://www.elmundo.es/elmundosalud/documentos/2007/08/cancer_mama.html

sábado, 4 de agosto de 2007

Vaquero y pastor

-Qué, ¿de muy lejos?
-De muy lejos
-Va ligero de equipaje
-Como el viento
-Y como el viento, no mira para atrás
-No miro.
-¿Y para adelante?
-No veo

jueves, 2 de agosto de 2007

Carta a Nife

Te envío con esta carta el enorme peso de mi incredulidad. Únela a tu masa escondida.
No tengo otro sitio donde esconder este castigo, querida mía. La pena por la mala suerte.
Oído gigantesco, Nife. Boca cerrada. Calimero se dirige a ti y a nadie más. Ahora me subiré de nuevo al caballo y seguiré el camino con los ojos bien abiertos.

Comienzo por el principio: Tramplantaleando

UNA NOVELA DEL OESTE
"Llanuras de Montana. En el horizonte, un jinete. Cabalga y su movimiento es el único del paisaje".
Insatisfecha, me dirijo a Yahoo Imágenes, No, Montana, como su nombre indica, es montañosa.De hecho, debe de ser muy montañosa, porque encuentro una página con el índice de un montón de fotos cuyo título incluye las palabras 'glacier-montana'. Decido no cambiar de estado cuando siento que las fotos me despiertan el deseo de sentir el ardiente sol, el viento helado.
Empiezo de nuevo:
"Montana. En el valle ha entrado la presencia poderosa del caballo: en los paredones rebota el eco de sus cascos cuando golpean el granito y no se hunden en la dulce hierba de junio. Ahora parece que el caballo ha dejado de sentir el acicate del jinete. Reduce su galope al trote y luego al paso... Es entonces cuando el hombre se desliza hasta el suelo y se tumba boca abajo. Y se queda quieto, escuchando el latido, sin saber si es el propio o el de la Tierra. Así permanece tronco o mineral. Mucho tiempo. Sólo las aves carroñeras saben que no está muerto".
(Sí, eso es. Busco cara para ese hombre. Me dispongo ahora a entrar en su corazón. Me lo imagino con su sombrero y su chaleco, vestido de domingo, como uno de los siete hermanos. Pero aún dudo y me detengo. Es demasiado importante esta elección para precipitarme así. Sigo buscando en Internet, ahora en Google, con el recado "vaquero Montana". Misteriosamente, encuentro una etérea doncella dibujada según la estética india o japonesa. Su trenza vuela más allá de sus pies. Se inclina en un repecho de la montaña, con una azagaya en la mano, ante una tocón de roble rodeado de una aureola que parece dibujada con letras en sánscrito... Muy sugerente. Luego decido.
Otra idea: que la novela sea epistolar. Que mi personaje, silencioso a no ser en algunos acerados, escépticos, lacónicos diálogos... escriba cartas a todo ser que se le ocurra: tierra, caballo amigo y enemigo... Mañana seguiré

miércoles, 1 de agosto de 2007

Agradecimiento

Llena de agradecimiento. Los amigos, las amigas, han estado muy cerca. Me he sentido muy querida. Quiero aprender de lo que han hecho para cuando haga falta responder (las palabras consoladoras, sello de cada uno; los gestos excesivos: por ejemplo, el viaje desde lejos para estar conmigo...)
La enfermedad ha servido para establecer un diálogo más profundo: al exponer la propia debilidad, creo que el otro se ha sentido libre para hablar de lo que le duele. Me alegro de haber dejado espacio para ello.
Pienso en cómo responder a tantos regalos... Después de darle algunas vueltas a la cabeza, se me ocurre escribir un libro, una historia, ilustrarlo y mandarlo encuadernar. Me parece que, entre todos los géneros, voy a elegir la novela del Oeste. Hoy empiezo... Ya os contaré si me sale.